Entrevista a DÀMARIS GELABERT, Pedagoga y Musicoterapeuta:»Cantar nutre el cerebro, potencia las hormonas que favorecen el bienestar y reduce las que favorecen la agresividad.»

Queridos Amigos:

Dàmaris Gelabert es pedagoga y musicoterapeuta. Junto con su marido Álex, también músico,  acercan la música a los niños para que desde la cuna, incorporen los aprendizajes básicos para la vida de un modo alegre, divertido, y participativo.

Con las canciones, sus partituras, las fichas para colorear, y los CD libros, los niños se divierten y aprenden a: -decir adiós al chupete o al pañal-, -vestirse solo/a- , -lavarse los dientes-, -recoger los juguetes-,  …

Su proyecto musical incluye también actividades formativas  dirigidas a las madres y padres, maestros, educadores y niños, diseñadas para vivir en directo la importancia de la estimulación musical en la vida del niño.

* * *

  • ¿Cómo surgió tu vínculo con la música?

Tuve la suerte de nacer en una familia muy sensible con la música y el arte. Recuerdo una infancia muy musical: cantaba con mi hermano, que tocaba la guitarra, fui al conservatorio y hasta llegué a tocar la bandurria en una tuna.

Y como me gustaban muchísimo los niños, cuando tuve que decidir qué carrera estudiar, escogí Pedagogía y me incliné hacia el área de terapéutica.

  • ¿En qué momento hiciste de la música tu profesión?

Empecé a trabajar como profesional con 17 años, haciendo teatro musical y muchos singles de radio.

Después, los estudios empezaron a llamarme para grabar canciones infantiles, dibujos animados, cuentos…

Todo el mundo me decía que tenía una voz ideal para esto, lo cual ya había empezado a sospechar cuando veía que a mis sobrinos les gustaba mucho oírme cantar.

Cuando acabé Pedagogía hice un postgrado de Musicoterapia en Barcelona. Combinaba la docencia en diferentes escuelas como especialista de música, con grabaciones en estudio y la participación en algunos grupos. Fue así como conocí a mi marido, Álex, que también es músico. Entonces nos propusieron ir a Estados Unidos…

  • ¿Qué aprendiste allíÍ?

Fuimos juntos a estudiar al “Berklee College of Music”, una escuela de música moderna en Boston. Allí la formación en musicoterapia aún no estaba definida, pero estudié “Professional Music”, una carrera que orienté hacia la educación musical y la musicoterapia.

Fueron dos años y medio intensos en los que adquirí mucha experiencia, porque tuve la fortuna de trabajar como voluntaria con una persona muy reconocida allí, Karen Wacks, que me presentó a muchos musicoterapeutas, que me enseñaron cómo trabajaban.

  • …Y llegó el proyecto final de carrera.

Cuando trabajaba con niños pequeños en escuelas de educación infantil y en el primer ciclo de primaria empecé a imaginar qué ocurriría si en lugar de pensar tanto cómo explicar las cosas a los niños, les cantásemos una canción explicando aquello que queremos decir. ¿Sería más fácil para ellos aprenderlas?

Yo sabía del poder de la canción y había comprobado cómo cambiaba la dinámica de la clase cuando empezaba a cantar. Memorizaban lo que yo cantaba de manera más fácil y sencilla que cualquier cosa que les pudiera explicar de otra manera.

Así que trabajé en un proyecto diseñado para explicar los conceptos musicales básicos con canciones.

Sí, el proyecto lo desarrollé en catalán, pero hice una adaptación al inglés para que me lo pudieran corregir y obtuve una nota fantástica.

Todo el mundo me animó a editarlo porque decían que era una muy buena idea.

  • ¿Qué ocurrió cuando volviste a Cataluña?

Cuando regresé con el proyecto bajo el brazo pensé: “Este es un material buenísimo, lo venderé por todos sitios, me haré famosa”… Y me llevé mi primera decepción porque nadie me lo quería editar. Era complicado y aún más hacerlo como yo quería: un CD-libro, con las partituras, una serie de objetivos a trabajar en clase, etc.

Finalmente, mi marido y yo decidimos liarnos la manta a la cabeza, crear un sello discográfico y editarlo nosotros mismos. Fue la génesis de «Tot Sona Records».

  • ¿Qué principio estructural siguen tus canciones para niños?

La adquisición de aprendizajes básicos, de hábitos y de rutinas para cualquier niño, no sólo incluidos aquellos con necesidades específicas, es muy fácil desde la canción.

No es lo mismo que tú digas:

“Venga, recoge, has de hacerlo…”

que empezar a cantar:

«Recojamos, recojamos”,

porque en el momento en que suena la música aquello se transforma en un juego, en algo divertido que el niño disfruta y entiende.

  • ¿Qué es la musicoterapia? ¿Cuál es la función del musicoterapeuta?

La musicoterapia es una técnica que emplea la herramienta de la música bajo la supervisión de un profesional con el propósito de restaurar la salud.

Música y Salud son conceptos muy amplios. Con el primero hablamos de voz, de ritmo, de cuerpo, de movimiento. Y con el segundo nos referimos a salud física, pero también mental, emocional…

Por eso la musicoterapia tiene muchas áreas de aplicación:  embarazadas, neonatos, pacientes en coma o en cuidados paliativos… incluso en drogodependencias.

Se piensa erróneamente que musicoterapia es escuchar un tipo determinado de música cuando quieres dejar de fumar, u otro tipo cuando quieres dormirte. En realidad esto no funciona así. Una de las cosas esenciales en musicoterapia es tener en cuenta el historial sonoro de la persona.

Además de analizar su historial clínico el musicoterapeuta habla con las personas del entorno del paciente, investiga qué canciones le cantaban de pequeño, que música le gusta, cómo es su universo familiar, qué culturas le rodean, si en casa hay algún instrumento…

Todo esto le da pistas de cómo ha sido el historial sonoro de esa persona, que habrá influido en su recorrido por la vida y le habrá afectado o no de una manera u otra.

Es en base a este historial sonoro previo al trabajo con el paciente, que se decide cuáles serán los instrumentos, las canciones y las técnicas que se utilizarán en la terapia.

  • ¿Qué opinas de la música como generadora de salud?

Varios estudios realizados en Alemania corroboran que cantar nutre el cerebro de una manera mucho más importante de lo que pensábamos. Tiene relación con la bioquímica cerebral: el canto potencia las hormonas que favorecen el bienestar y reduce las que favorecen la agresividad.

Siempre que doy charlas a las familias les digo que han de cantar mucho en familia porque eso cohesiona al grupo. Se percibe cuando trabajas con un grupo o con personas que han cantado en un coro; y también cuando vas a un macro-concierto.

De repente todo el mundo se pone a cantar la misma canción y experimentas una sensación de pertenencia a los otros, te sientes ligado a ellos de alguna manera.

  • Las músicas también tienen su pulsación, su corazón.

Si, cuando sigues el ritmo tocando las palmas sientes el corazón de aquella canción. Esto es lo que se conoce como la pulsación y todas las canciones la tienen, como nosotros. Por esto hay que buscar canciones que se acerquen a nuestra pulsación.

Si el propósito es relajarse se deben escuchar música con una pulsación por debajo de la nuestra. Si la meta es el estímulo, canciones con pulsaciones que estén por encima.

En Musicoterapia se entiende la relajación como un descenso de los biorritmos, del ritmo corporal.

En algunas sesiones de relajación se utiliza en la primera audición música con una pulsación muy cercana a la de la persona, en la segunda audición por debajo, y en la tercera, si el propósito es la relajación profunda ,todavía más lenta.

En la naturaleza todo tiende a sincronizarse, y en nuestro cuerpo ocurre igual.

  • Háblanos de la musicoterapia en la gestación y en la infancia.

Todo lo que le transmites al niño en estas etapas es esencial, pero hay mucha confusión al respecto. Por ejemplo: «Baby Einstein» se vio envuelto en una gran polémica y acusaciones de fraude porque no se puede probar científicamente que tu hijo será más inteligente si escucha el tipo de música que ellos utilizaban en sus videos.

Al contrario, lo que sí se ha demostrado es que si dejas a un bebé delante del televisor, seguramente cuando sea mayor tendrá más problemas a nivel cognitivo y en su relación con los demás.

Un niño, sobre todo si es pequeño, necesita, jugar, tocar, explorar y no estar durante horas quieto frente a la pantalla.  

Hay estudios que demuestran que toda esa generación que ha estado muchas horas delante del televisor no es más inteligente sino al revés.

Quizás esos niños reconocen la música de Mozart pero no saben seguir el ritmo porque no han gateado y no han integrado bien la coordinación.

  • ¿Qué tipos de sonidos y de música son los más recomendables para los niños?

Hay muchas teorías sobre esto. Lo que sí puedo asegurar es que la música a un volumen muy alto o muy compleja no les gusta, ni intra-uterinamente ni de pequeños.

Sí les gusta, en cambio, aquella música que la madre ha escuchado durante el embarazo o para relajarse. 

Recomiendo siempre a las madres que les canten a sus hijos por la potencia que tiene la voz a nivel afectivo. Cuando la voz les llega con melodía, como las canciones de cuna, que son muy bonitas, sirven de refuerzo y aumentan la autoestima de los bebés.

Más que escuchar música, las mamás deberían cantar. La música llega al bebé a través de la pared abdominal, pero muy difuminada. En cambio, la voz de la madre se transmite por el canal óseo.

El cuerpo de la mujer embarazada es como un violonchelo, de forma que el útero -que es donde está el bebe- es el equivalente a la caja de resonancia; por tanto el sonido llega de una manera muy especial.

Además, las mamás solemos tener la voz más aguda y esta frecuencia se transmite mejor por vía ósea; la vibración es a nivel interno.

 
  • Además de componer e interpretar, dedicas tiempo a la docencia.

Soy profesora en el Máster de Musicoterapia de la UPF. Además imparto la asignatura de Músicoterapia en la Escuela Universitaria Gimbernat y también realizo diferentes cursos y talleres relacionados con la música, la músicoterapia y la primera infancia.

  •  Háblanos de tu proyecto educativo de los 0 a los 3 años.

Respondiendo a una demanda de las escuelas hace cinco años, impartí unos cursos de formación de estimulación musical para la etapa de 0 a 3 años y me percaté que las educadoras eran conscientes de la importancia de la música pero no sabían cómo incorporarla.

Entonces decidí crear un programa. Consiste en combinar la formación teórica de las educadoras con sesiones prácticas en las que yo misma paso por todas las clases para que ellas vean cómo se hace.

Está funcionando muy bien y hay bastantes escuelas que ya están trabajando con este programa.

 

  • ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las familias y a los educadores?

La música que nos acompaña en la primera etapa de nuestra vida queda para siempre. Olvidaremos algunas cosas, pero jamás las canciones que escuchamos en nuestra infancia.

* * *

Dàmaris es pura luz. Su voz es cálida, cristalina, acogedora…

Cuando habla, su melodía te atrapa, te arropa, te mece, y consigue que conectes con memorias antiguas, con sensaciones de la primera infancia, cuando nuestro universo giraba en torno a la madre, que nos nutría, protegía y cuidaba. Esa fue mi sensación escuchando a Dàmaris, un auténtico placer.

Gracias de corazón por tu testimonio, por tu tiempo, y por la gran labor que llevas a cabo junto con Álex: acercar la música a los niños y llenarlos de canciones  inteligentes,  con alma, para aprender a vivir, y para re-cor-dar siempre…

¡Bienvenida a la familia del blog!

Abrazos,

Elena Lorente Guerrero

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑